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Plan de Fertilización y la importancia de una buena regulación.

Informe general y caso práctico.

Una de las tareas fundamentales que incluimos dentro de la planificación del ciclo de producción del cultivo de Maíz, es la de la fertilización complementaria.

Dedicarle tiempo a la realización de un Plan de Fertilización es uno de los puntos claves en el cultivo de Maíz, para así poder lograr la máxima expresión de rinde en los híbridos de punta que hay hoy en día en el mercado.

Por lo general tenemos dos momentos de fertilización con Nitrógeno en el Maíz, uno es a la siembra (lo que se conoce como fertilización base) y la otra es una fertilización pos emergencia o en etapa vegetativa (lo que se conoce como fertilización complementaria). Ésta última tiene por objetivo la de complementar a la dosis base realizada, de acuerdo a la evolución que esté teniendo el cultivo.

Dicha tarea se debe realizar cuando el cultivo se encuentra en el estadio de desarrollo de 6 a 8 hojas totalmente expandidas, que es el período de mayor demanda de nutrientes. Actualmente se está hablando de la ampliación de la ventana de fertilización hasta V10, dado que entre V9 y V10 hay una alta demanda de nutrientes por parte del cultivo. Dicha aplicación es factible gracias a las innovaciones en las máquinas fertilizadoras autopropulsadas en cuanto a la altura de despeje al suelo.

Es importante tener en claro en qué ambiente se realizará el cultivo, tanto desde el punto de vista ambiental (cantidad y distribución promedio de las precipitaciones en la zona, fecha promedio de primeras y últimas heladas, radiación, entre otras) como así también de la capacidad del suelo en abastecer de Nitrógeno a la planta. Estas características nos darán un panorama de la capacidad que va a tener el híbrido de expresar todo su potencial de rinde. 

La dosis y la respuesta a la fertilización complementaria, está sujeta a ciertas variables:

1)  A cómo el híbrido respondió a la fertilización base. Y eso depende de:

  • Cultivo antecesor.
  • Tipo de suelo.
  • Disponibilidad de N en suelo. Es muy importante realizar análisis de suelo.
  • Fecha de siembra.
  • Dosis de N incorporado a la siembra.
  • Tecnología del híbrido.
  • Precipitaciones. Por ejemplo, una abundante lluvia puede traer lixiviado de nitrógeno.

2) Al momento de la aplicación de la fertilización complementaria. Considerar:

  • Temperatura ambiente.
  • Precipitaciones pre y pos aplicación.
  • Grado de volatilización del fertilizante. 

3) Al rendimiento pretendido.

¿Cómo aplicamos la dosis complementaria?

La actividad más desarrollada es la de aplicar fertilizante sólido al voleo.

Sobre el sistema de discos, muchas investigaciones y ensayos concluyen que máquinas con dos platos de distribución, muy bien reguladas, con aplicaciones en condiciones ambientales óptimas y fertilizantes homogéneos en su granulometría, se puede lograr una distribución muy buena del fertilizante. Que sumada a la gran capacidad de trabajo que tienen éstas máquinas, se logran aplicaciones de muy alta eficiencia en comparación con el sistema neumático.

Teniendo en cuenta esos parámetros, se puede obtener un Coeficiente de Variación (CV) entre un 15 y 20%, que es lo recomendable (FCA, UNMdP – EEA Balcarce INTA). Recordar que la distribución y la uniformidad se miden con el Coeficiente de Variación (CV).

Los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de regular la máquina son los siguientes:

  • Velocidad de los platos.
  • Disposición de las aletas.
  • Punto de caída del fertilizante en el plato.
  • Tipo de fertilizante. Es muy importante saber la granulometría.

Una vez considerado ésos ítems:

  • Definimos el ancho de labor.
  • Se regula la máquina para la dosis prescripta por su Ing. Agrónomo asesor.
  • Medir uniformidad de la distribución.

CASO PRÁCTICO

Visitamos a la empresa SAP AGRO, de Ivan Tschieder. De la localidad de Humboldt, prov. de Santa Fe.

Adquirieron la Fertilizadora Autopropulsada F-5000 de Ombu, con sistema de fertilización marca Yomel, de doble disco con paletas móviles. Capacidad máxima de 6.000 kgs y balanza electrónica. Con equipamiento de electrohidráulica para realizar aplicaciones a dosis variable. Y un despeje máximo de 1,55 mts que permite la aplicación en estado vegetativo avanzado.

La tarea de voleo se realizó sobre un lote de Sorgo, con Urea y una dosis de 100 kg/ha. Tres días antes llovieron 30mm.

Una de las variables a considerar a la hora de la regulación es la granulometría del fertilizante. Es muy importante la uniformidad en tamaño de las partículas. En ésta regulación tuvimos grandes inconvenientes para lograr el punto requerido por el cliente debido a la baja calidad del producto en cuanto a su uniformidad en tamaño. Si en la muestra hay alto porcentaje de polvo y partículas partidas, tiene como consecuencia picos en la distribución, dado que dichas partículas pierden poder de vuelo.

El equipo mecánico de Ombu y de Yomel, realizó la calibración y regulación de la máquina a campo. Después de tres pasadas de prueba, se logró la regulación que el cliente pretendía.

“Éste problema está siendo cada vez más recurrente en el campo, dado que la calidad de los fertilizantes en cuanto a uniformidad de tamaño de las partículas fue desmejorando en los últimos años. Y como consecuencia trae que máquinas que estuvieron siempre bien reguladas, ahora no lo estén”, comentaba uno de los integrantes del equipo de Ombu.

“La verdad es que estoy muy conforme con el resultado de la calibración dado que estoy queriendo entrar a dar servicio en una estancia de 11.000 has y me están exigiendo una uniformidad de distribución casi perfecta. Con lo que conseguimos recién creo que tenemos el trabajo asegurado”, expresaba Ivan, propietario de la máquina.

La fertilizadora Ombu F-5000 es ideal para esas superficies, dado que tiene una gran capacidad de trabajo. En ésta ocasión, se logró una perfecta distribución en un ancho de trabajo de 30 mts.

Fuente: FCA – UNMdP – EEA Balcarce INTA, Dpto. de Productos de Yomel, Dpto. de Extensionismo Agropecuario de Ombu.